MILAGROS MENACHO ANGELES

MILAGROS MENACHO ANGELES
Milagros Menacho Angeles, esperando en el aula de posgrado de la UNALM,

LA MUJER Y LA CIENCIA: RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN 2010

LA MUJER Y LA CIENCIA: RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN 2010
MILAGROS EN LA UNALM-POSGRADO-ESPECIALIZACIÓN LISTA PARA DICTAR UNA CLASE DE INVESTIGACIÓN

Milagros en la cámara de comercio con sus amigos

Milagros en la cámara de comercio con sus amigos
Milagros capacitando a los docentes de la IE Victor Raúl Haya de la Torre.

"EDUCACIÒN VIAL EN EL PERÙ"

"EDUCACIÒN VIAL EN EL PERÙ"
"DIRECTORA NACIONAL DE LA DITOE DEL MINEDU EN COMPAÑIA DE LAS CONSULTORAS DE SEGURIDAD VIAL EN EDUCACIÒN"

miércoles, 12 de mayo de 2010

POEMA 20, MI POEMA FAVORITA. "GRACIAS NERUDA"

PUEDO escribir los versos más tristes esta noche.  Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada, 
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos". 
 
El viento de la noche gira en el cielo y canta. 
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Yo la quise, y a veces ella también me quiso. 
 
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. 
La besé tantas veces bajo el cielo infinito. 
 
Ella me quiso, a veces yo también la quería. 
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. 
 
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. 
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.  
Y el verso cae al alma como pasto el rocío. 
 
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. 
La noche está estrellada y ella no está conmigo. 
 
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. 
Mi alma no se contenta con haberla perdido. 
Como para acercarla mi mirada la busca. 
 
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. 
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. 
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. 
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. 
 
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. 
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. 
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. 
 
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. 
 
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. 
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, 
mi alma no se contenta con haberla perdido. 
 
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, 
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.